sábado, 26 de diciembre de 2009

CAPÍTULO 8: RESPUESTAS

Antes del anochecer llegaron a Vanissar. Uno de los guardianes de la corte vanisiense salió a recibirles y les escoltó hasta la puerta de entrada. A Mariana le parecía básicamente muy similar a Eudamón. Seguía sintiendo como si se hubiese caído dentro de la corte del Rey Arturo. Al llegar a las caballerizas uno de los guardias le separó de sus compañeros para escoltarla a su cuarto. Le informó que pasaría allí la noche y al día siguiente sería recibida por el señor de Vanissar. Mariana miró a su alrededor. Era un cuarto de piedra, con chimenea, tocador, placard y una enorme cama de madera para ella sola. Mariana se dejó caer sobre ella de un salto, era verdaderamente cómoda y en seguida se quedó dormida sobre la colcha sin cambiarse de ropa.

Mariana se despertó a la mañana siguiente sintiéndose muchísimo mejor. Seguía en Eudamón, pero al menos no dormía en el barro con la mirada de cierto príncipe clavada en la nuca. Se puso a inspeccionar el cuarto detenidamente.
- ¡Vaya! ¡Más vestiditos! ¡El retorno de la Barbie Medieval!- dijo Mariana. Pero ni siquiera eso consiguió ponerla de mal humor.
Comió una manzana que habían dejado en un frutero en el cuarto. Y de repente se dio cuenta de que tenía de verdad hambre. Se preguntaba qué debía hacer cuando llamaron suavemente a la puerta. Unos segundos después se abrió dejando paso a una doncella. Tenía el pelo rubio recogido en un sencillo moño con un vestido muy sencillo. Aquella chica no tenía más de veinte años.
- Bienvenida a Vanissar. Mi nombre es Sisina y estoy a su disposición- dijo con una exagerada reverencia.
- Ehhh… encantada. Mi nombre es Mariana… aunque me dicen Lali.
- Señorita Mariana será entonces. Debe vestirse para asistir al concilio real.
Vale, ahora era cuando todos se reunían en torno a la tabla redonda para decirse los unos a los otros lo machotes que eran. Sisina rápidamente se puso manos a la obra para prepararle un baño. Mariana comió otra manzana y una pera mientras tanto. Después se sumergió en el agua caliente y dejó que reconfortase su cuerpo cansado. Mientras que Mariana se sacaba todo el barro, Sisina se dedicó a elegir un vestido para ella. Mariana arrugó el entrecejo, pero no protestó. Seguramente le dirían de nuevo que su ropa no era adecuada para presentarse ante el rey. Se lo puso sin protestar. Era de color verde botella, con escote redondo y una fina cenefa dorada en los bordes. Mariana se sentó en el tocador y Sisina comenzó a recogerle el pelo. Cuando terminó, Mariana sonrió. Era de su agrado el peinado que le había hecho. Se puso unas chatitas de piel y siguió a Sisina hasta la sala del concilio. Las puertas se abrieron. Había dos guardias colocados uno a cada lado de la puerta. Era una sala sin ventanas, de piedra y con antorchas encendidas que era la única iluminación del lugar. En el centro había una mesa con forma hexagonal y sillas a su alrededor, doce en total. Vio a Peter y a Nico. A un hombre fuerte y morocho de pelo largo. Tenía un aspecto imponente. Debía ser el rey Alsan de Vanissar. A su lado estaba sentada una mujer de larga cabellera negra, rizada y un vestido de color blanco. Al lado de este un hombre morocho también. Había otro hombre vestido completamente de blanco con el pelo castaño y petiso.
- Bienvenida- dijo el Rey Alsan de Vanissar parándose de la silla- Soy el Rey Alsan, podés tomar asiento.
Mariana caminó presurosa a sentarse al lado de Nicolás. Al levantar la vista se encontró con la mirada celeste de la mujer. Un fuerte y extraño sentimiento se apoderó de ella. Como si estuviese viendo a un viejo conocido. Pero no podía ser, ella jamás había visto a esa mujer antes.
- Ahora podemos comenzar el concilio- dijo el Rey Alsan.
Los hombres comenzaron a hablar y hablar sobre los orcos que recién se veían. Sobre un tal Juan Cruz… sobre el angel caído… sobre el séptimo. Y ya se estaban metiendo en historia y mitología eudamónica, por lo que Mariana desconecto. Aquello no le interesaba en absoluto. Ella solamente quería que la devolviesen a su casa.
- Me temo que eso no es del todo correcto- dijo el petiso hablando por primera vez- Mientras disfrutábamos de tiempos de Paz, Juan Cruz se ha hecho fuerte en la torre de Kazzlun. Ha utilizado magia oscura para recuperar parte de sus poderes. Me temo que los libros que durante años se han guardado con celo en la torre, al fin le han sido de utilidad en su venganza. Pero la suerte está jugando en su contra
Entonces, de repente dirigió su mirada a Mariana que jugaba con la tela de sus mangas. Todos la miraron y ella levantó la cara, sorprendida y avergonzada a partes iguales.
- En realidad son malas noticias… Juan Cruz está detrás de todo esto- dijo Alsan, sombrio.
Entre todos decidieron que lo más sensato era vigilar la actividad de los orcos y ver qué era lo que tramaban e incluso tomar algún prisionero para obtener información. Aunque no esperaban obtener demasiada información de ellos. No creían que Juan Cruz fuese lo bastante idiota como para contarles sus planes.
- Aún queda un último tema, si no me equivoco- dijo el petiso, mirando a Peter.
Peter comenzó a hablar explicando lo que había sucedido la noche que se había encontrado con Mariana. Los orcos que la aguardaban y la forma tan sorprendente de aparecer, lo que había averiguado de ella y por qué el Rey Nicolás había decidido enviarla ante el venerable Tic Tac. Mariana observaba cómo Peter relataba la historia como si ella no estuviese presente. Cuando concluyó todas las miradas estaban fijas en ella. Hasta aquel momento no había hablado y la mayoría se habían olvidado de su presencia. Y ahora era el centro de atención. Empezó a sentirse incómoda.
- Decinos, jovencita, quién sos y qué motivo te llevó a Awa- dijo el Rey Alsan.
- Pues… me llamo Mariana Esposito y nunca tuve intención de venir a Eudamón.
- ¿Podés darnos alguna explicación de por qué acabaste acá?
- No. Yo solo… me lancé al rio donde yo vivo… y acabé acá. Y después aparecieron esos horribles orcos. Y después me encontré con cierto príncipe que me llevó a su reino.
El petiso no dejó de mirar a Mariana mientras que esta hablaba. Era más que evidente su confusión y ansiedad.
- Vos no deberías estar acá- dijo el petiso.
- No, si eso lo se.
- Me refiero a que no deberías estar acá… todavía- dijo de nuevo.
- ¿Todavía?- dijo Mariana. Acaso era que había llegado al concilio demasiado pronto.
- Me refiero a que todavía no estás preparada. Decime, jovencita ¿Qué edad tenés?
- Veintitrés años- dijo ella.
- ¿A dónde están tus papás?
- ¿Mis papás?... ¡A usted qué le importa!- dijo Mariana enojada.
- No los conociste ¿verdad? O más bien… no les recordás.
- A los biológicos no. Viví con los Esposito hasta que fallecieron en un incendio. Ellos son mis papas. Ellos me lo dieron todo.
- Parece que te ha encontrado- dijo de nuevo el petiso.
- ¿Quién?- preguntó Mariana.
- Juan Cruz.
- ¿Y por qué me busca?- quiso saber Mariana.
El petiso la miró durante unos segundos, meditabundo. Pero no había ninguna razón para ocultárselo por más tiempo. Total, ya estaba allá. Mariana le devolvía la mirada y ya se había olvidado de los demás. Solamente quería saber qué pintaba ella en todo eso. Y aquel petiso, que la estaba poniendo nerviosa, parecía saber mucho más de lo que quería contar. Mientras que los demás miraban sorprendidos la escena.
- Por que vos, mi querida niña… sos la elegida.
Los ojos de todos se ensancharon por la sorpresa. Incluido Peter.
- Pero venerable Tictac… ella no puede ser Lindariel- dijo la mujer- Ahora debería tener dos años. Debería ser una beba.
- Mi querida Zaisei, los misterios del tiempo son inexpugnables. Solamente sepan que en su mundo el tiempo transcurre de otra forma. Y cuando vos, querida Lindariel, cruzaste el portal… comenzaste a vivir según el tiempo de la tierra ¿verdad?
- ¡Para un momento!- dijo Mariana- ¿Elegida? ¿Elegida para qué? ¿Y quien diantres es esa tal Lindariel?
- Vos sos Lindariel, ese es tu auténtico nombre. El nombre que tus papás te pusieron. Decime… Qué recordas de tu infancia.
- Solo que aparecí cerca de la casa de los Esposito. No recordaba nada. Y tenía este colgante tan raro.
Mariana sacó el colgante de debajo del vestido y lo mostró. Tictac sonrió con satisfacción. Todos los demás se sorprendieron.
- Tu mamá era la hechicera a servicio de la corte real de Vanissar- comenzó Zaisei- Estaba casada con uno de los guerreros de Nurgon.
- Vos sos la elegida para salvar a Eudamón de Juan Cruz. Él hará todo lo posible por capturarte y arrebatarte tus poderes.
- Lindariel, ¿Te sentís bien?- dijo Alsan.
- Es una joda ¿verdad? Díganme que es una joda. Lo único que quiero es volver a casa.
- Eso no va a ser posible- dijo Tictac- Ahora Juan Cruz sabe donde encontrarte. Si ha dado con vos una vez, puede hacerlo de nuevo. Aún no es muy poderoso por que no pudo hacerte aparecer en Kazlunn, fue una suerte que el Príncipe Peter te encontrase.
- La joven debe empezar con su aprendizaje cuanto antes- insistió Tic tac.
- Estará bajo mi protección- aseguró Alsan.
- En ese caso, me quedaré acá con ella. Hay muchas cosas que debe aprender.
Tic tac y Zaisei comenzaron a planificar todo lo que Mariana debía estudiar y los libros que debía leer. Mariana salió del Concilio con la cabeza dándole vueltas.
- ¡Lindariel! Esperame- era la voz de Zaisei.
Al llegar donde ella la tomó de los hombros y después la estrechó entre sus brazos. Después se separó de ella y tomó su cara entre sus manos.
- Mirate… estás hecha una mujer…- dijo Zaisei- Yo era amiga de tu mamá. Asistí a tu nacimiento junto con Sisina y Olimpia.
- ¿La doncella, Sisina?
- Sí. Era la doncella de tu mamá. Cuando ellos se fueron pasó a formar parte de la corte. Tu mamá era una mujer increíble y una hechicera extraordinaria. Espero que algún día sepas perdonar que te dejasen a tan temprana edad. No te imaginás el sacrificio que supuso para ellos… Pero debías estar a salvo hasta que estuvieses preparada. Y ellos te amaban.
Mariana sentía que las lágrimas le quemaban en los ojos, por lo que se dio media vuelta y se fue sin decirle nada. Sabía que había sido tremendamente mal educada, pero no podía decir nada sin ponerse a llorar.

3 comentarios:

  1. wooow!!!me encanta!!me lo acabo de leer entero!!!esta super bien me encanta las istorias de fantasia :d me gusta muchooo asique sige pronto!!

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